lunes, 24 de enero de 2011

MANNING,,

Amnistía Internacional denuncia los maltratos a soldado norteamericano acusado de filtraciones

24 Enero 2011
Bradley Manning y Julian Assange
Manning no ha sido condenado por ningún delito
Amnistía Internacional (AI) denunció hoy una serie de maltratos contra el soldado raso estadunidense Bradley Manning, acusado de filtrar información confidencial del gobierno de Estados Unidos al sitio WikiLeaks.
En un reporte difundido en su página en Internet, la organización humanitaria insta a las autoridades estadunidenses a que “suavicen” las duras condiciones de prisión preventiva en que se encuentra Manning, de 23 años de edad.
De acuerdo con el informe de AI, el militar ha estado recluido desde julio pasado durante 23 horas al día en una celda de aislamiento apenas amueblada, sin almohada, sábanas ni objetos personales.
La semana pasada, AI envió un mensaje al secretario de Defensa estadunidense, Robert Gates, pidiéndole que se revisaran las restricciones impuestas a Manning, incrementadas en días pasados al ser puesto el soldado temporalmente en observación por ‘riesgo de suicidio’.
“Nos preocupa que las condiciones impuestas a Bradley Manning sean innecesariamente severas y constituyan trato inhumano por parte de las autoridades estadunidenses’, indicó Susan Lee, directora del Programa Regional para América de Amnistía Internacional.
Manning no ha sido condenado por ningún delito, pero las autoridades militares parecen estar utilizando todos los medios a su alcance para castigarlo mientras está detenido. Esto desvirtúa el compromiso de Estados Unidos con el principio de presunción de inocencia”, subrayó.
El martes pasado, el militar fue puesto bajo observación por “riesgo de suicidio”, lo que conllevó la retirada de toda su ropa excepto la interior y la confiscación de sus gafas durante la mayor parte del día. Esto, según su abogado, supuso dejarlo “prácticamente ciego”.
A pesar de que no tiene historial de violencia ni de infracciones disciplinarias bajo custodia, Manning está clasificado como detenido de “custodia máxima”, destacó el reporte de AI, con sede en esta capital.
Esto supone que debe llevar grilletes en manos y pies en el transcurso de todas las visitas y no tiene posibilidad de trabajar, algo que le permitiría salir de la celda, agregó la organización no gubernamental.
Manning también está incluido en un programa de “prevención de lesiones”, pese a que su psiquiatra militar no lo consideró necesario, indicó AI y recordó que bajo este programa, los detenidos están sometidos a más restricciones y controles cada cinco minutos.
Aunque oficialmente no se ha dado ninguna razón para que Manning esté en situación de máxima custodia y prevención de lesiones, las autoridades han hecho caso omiso de los intentos de sus abogados de impugnar esas restricciones, indicó AI.
“Las condiciones represivas impuestas a Manning violan las obligaciones de Estados Unidos de tratar a los detenidos de forma humana y digna”, subrayó Lee.
“También nos preocupa -agregó la directora del Programa Regional para América de AI- que el aislamiento y el confinamiento prolongado en una celda, que está demostrado que pueden causar daños psicológicos, minen la capacidad de Bradley Manning de defenderse”.
En abril de 2010, el sitio WikiLeaks filtró imágenes del ataque de helicópteros Apache estadunidenses en el que murieron dos empleados de la agencia informativa Reuters en Irak en 2007.
Manning fue detenido al mes siguiente, acusado de “transferir información confidencial” y “entregar información sobre la defensa nacional a una fuente no autorizada”, cargos por los que podría ser condenado a una pena máxima de
52 años de cárcel.
(Con información de Notimex)

LUNES GUANAJUATO PANCARTAS X ASSANGE FRENTE A CLINTON..

Clinton llega a México para una reunión relámpago con la canciller mexicana
México, 24 ene (EFE).- La secretaria de Estado de EE.UU., Hillary Clinton, llegó hoy al estado mexicano de Guanajuato (centro) para entrevistarse con su homóloga mexicana, Patricia Espinosa, en una visita relámpago en la que, entre otros asuntos, abordarán la cooperación en la lucha contra el narcotráfico.
Fuentes de la cancillería mexicana dijeron a Efe que la aeronave de Clinton aterrizó a las 13.00 hora local (19.00 GMT) en el aeropuerto de la ciudad de Silao, ubicada a 29 kilómetros al oeste de Guanajuato, donde tendrá lugar el encuentro.
Guanajuato, localizada a 360 kilómetros al noroeste de Ciudad de México, es una apacible urbe colonial con 164.000 habitantes, famosa por ser la sede anual del Festival Internacional Cervantino, el festejo cultural más importante de México.
El encuentro entre las dos cancilleres se celebrará en la histórica Alhóndiga de Granaditas, un edificio de 1809, en el que se libró una importante batalla de la campaña independentista mexicana.
Clinton y Espinosa tendrán ahí una primera reunión de alrededor de una hora y media, y después ofrecerán un mensaje a los medios de comunicación, a cuyo término responderán algunas pocas preguntas de la prensa.
Una vez finalizada la conferencia de prensa continuará el encuentro con una comida de trabajo, explicaron las mismas fuentes de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE).
La secretaria de Estado de EE.UU. tiene previsto abandonar Guanajuato sobre las 17.30 hora local (23.30 GMT), unas cinco horas después de su llegada, y es posible que se reúna en privado con el presidente Felipe Calderón en la capital mexicana.
En el encuentro, que se produce a invitación de Espinosa, abordarán asuntos como la cooperación en la lucha contra el crimen organizado, el fortalecimiento de la competitividad de sus respectivas economías y la modernización de la infraestructura en la frontera común.
También discutirán el progreso en la agenda global sobre el cambio climático después de la cumbre de Cancún, realizada en diciembre pasado.
Unos 200 agentes, la mayoría del grupo de reacción inmediata de la policía estatal de Guanajuato resguardan la Alhóndiga de Granaditas, si bien el operativo de seguridad ha sido "bastante discreto", según fuentes de la cancillería mexicana, debido a que para este tipo de eventos la Guardia Mayor Presidencial suele tomar el control.
En efecto la vida en la ciudad transcurre con normalidad, y sólo fue cerrada una calle peatonal que pasa junto a la Alhóndiga, en donde una decena de personas aguardaba la llegada de la secretaria de Estado con pancartas alusivas a la web Wikileaks (que filtró documentos confidenciales de EE.UU.) y en defensa del "periodismo libre". EFE

lunes, 17 de enero de 2011

FRONTLINE CLUB, LONDON..

Vaughan Smith, en las escaleras del Frontline Club
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14 Enero 11 - Londres - Celia Maza
Todos los sitios donde se cuecen las grandes historias que marcan el inicio de una nueva era están predestinados a tener una puerta pequeña. Con el Frontline Club no podía ser de otra manera. El restaurante de la planta baja tiene un diseño elegante y amplios ventanales que dejan ver desde la calle las fotografías que visten las paredes. Muestran al hombre que se plantó solo ante los tanques en las protestas de Tiananmen Square de 1989 o los enfrentamientos en Belfast contra el Ejército británico de 1971. Se trata de una gran exposición de los momentos que han cambiado el mundo, pero exposición al fin y al cabo.

Es en la planta primera donde verdaderamente se hace historia. Para acceder a ella hay que subir por unas estrechas escaleras acompañadas también por los trabajos de los grandes fotógrafos de guerra. Robert Capa no podía faltar. En el ajustado descansillo se cruzan los que se dirigen a una sala con acceso sólo para socios y los que continúan subiendo peldaños que dan acceso al salón de debates y las habitaciones. En una de ellas se hospedará Julian Assange, el fundador de Wikileaks, antes de acudir al juicio que determinará su extradición a Suecia. Será el próximo 7 de febrero.

Fue en este mismo club donde el ex «hacker» más célebre se reunió por primera vez con Vaughan Smith, el hombre que le ha ofrecido su casa para pasar las navidades durante su libertad condicional. Corría el mes de julio y el australiano buscaba un lugar para dar una rueda de prensa tras publicar los primeros cables en su portal. Frontline Club era la cuna del periodismo independiente y Assange y Smith conectaron desde el primer momento.

Entonces, los socios se mostraron muy interesados en conocer más sobre Wikileaks. Pero ahora las cosas han cambiado y algunos no ven con buenos ojos que el fundador del club haya dado cobijo al hombre que ha sacado a la luz documento secretos de la Casa Blanca.

En la salita de la primera planta, el martes por la noche se volvió a abordar el tema. El debate marcado en la agenda era cómo el sitio web había influido en el periodismo. Empezaba a las siete, pero poco a poco los socios fueron acercándose hasta la barra del bar. Smith llegó acompañado por el periodista de «The Guardian» y Mark Stephens, el abogado de Assange. El letrado es uno de los hombres más influyentes de Londres. Su aspecto confunde, aunque tras conocerle en persona su gabardina a lo Sherlock Holmes deja claro que el carisma que muestra ante las cámaras de televisión no es una pose.

Un juicio justo

Hace tiempo que Smith cambió el uniforme de batalla por el traje de corbata. Ahora lleva chaquetas y pantalones de pinzas impecables. Conversa con todo el mundo y trata de ser uno más. En la calle, ser el anfitrión del hombre del momento le convierte en el centro de todas las miradas, pero en el club consigue un anonimato especial. «¿Por qué está haciendo todo esto?», le pregunto. «Creo en una sociedad tolerante donde a pesar de no estar de acuerdo con la opinión de alguien éste merece tener un juicio justo», contesta. «¿Significa que no está de acuerdo con lo que está haciendo su huésped?», insisto. «No necesariamente. Con lo que no estoy tan de acuerdo es con lo que ha publicado ‘‘The Guardian’’. Yo quizá habría escogido otra serie de historias. Cada uno tenemos una manera de ver las cosas. Me parece más interesante evaluar cómo ha influido todo esto en el periodismo y en internet. Pero me temo que los medios están más concentrados en cosas menos relevantes, como si Julian ha tenido sexo o no con diferentes chicas», recalca.

Con hijas adolescentes está claro que el reportero no le habría abierto las puertas de su hogar si pensara que las acusaciones de las autoridades suecas son ciertas. «Creo en su inocencia. El sistema legal sueco establece tres grados de violación y él ha sido acusado del grado menor. Este proceso no habría continuado si su nombre no estuviera detrás».

Dan el aviso para que comience el coloquio. Antes de subir a la segunda planta, Smith me promete que luego se reunirá de nuevo conmigo. No sabría explicar el porqué, pero desde el primer momento transmite ser un hombre de palabra. La espera no se hace en absoluto pesada. La pequeña sala da para mucho. Tan sólo hay siete mesas y dos sillones de orejeras. La luz es tenue y el ambiente se vuelve aún más íntimo con las velas de cada rincón. Verdaderamente uno se siente dentro de aquel tiempo en el que los periodistas llevaban gabardina y sombreros de gánster y sacaban las noticias de la calle.

En la barra, «JJ», el camarero, me explica que Smith es un hombre agradable y cercano. Las fotografías de la pared sosteniendo en sus brazos a varios bebés de los socios respaldan sus palabras.

El periodista fundó el club en 2003 en honor a sus compañeros de la agencia de noticias Frontline Televisión que murieron cámara en mano. En las vitrinas se pueden ver algunos de sus objetos personales. Él tuvo más suerte. La bala que estuvo a punto de matarle quedó incrustada en el teléfono móvil que llevaba en la camisa, tras atravesar su paquete de Malrboro. Ese particular «chaleco antibalas» también está expuesto.

Vivir sin miedo

«Realmente fue afortunado», le digo tras terminar la conversación. «Sí lo fui, sí», contesta. A pesar de ser un hombre muy ocupado, Smith se muestra paciente y generoso en sus respuestas. No tiene inconveniente en hablar de su invitado especial y en sus sospechas de que sus ordenadores y sus teléfonos pueden estar siendo vigilados. «Mucha gente piensa que Assange es un terrorista de internet. Responsables públicos de EE UU y Canadá ha dicho que debería ser asesinado, pero él, hasta que se demuestre lo contrario, no ha cometido ningún crimen. Yo tuve en cuenta muchas cosas antes de ofrecerle mi casa. Claro que pensé en las consecuencias que podía tener esto para mi familia, pero creo que no se puede vivir con miedo. Al fin y al cabo, yo no estoy haciendo nada ilegal ni tengo nada que esconder», explica.

El anfitrión asegura que sería «muy poco sabio» por parte de cualquier Gobierno «querer hacer daño» a Assange. Considera que está al corriente de los rumores que indican que EE UU podría estar trabajando en una nueva acusación, pero piensa que eso es un proceso que llevaría mucho tiempo. «Lo que más lamento es la imagen que se está dando de él. No se ajusta nada a la realidad. Los medios lo muestran como una persona fría y calculadora, pero no tiene nada que ver», matiza. Después de convivir con él, Smith define a su huésped como un hombre educado que no para de trabajar y tiene unas cualidades excepcionales para los ordenadores. «Puede analizar el mundo a través de Internet y luego perderse en mi jardín».

Sin duda, la experiencia de pasar con él las navidades ha sido «muy interesante». «He aprendido mucho de él porque se ha leído todos los cables publicados», asegura. Desde el momento en el que tomó la decisión de ayudarle, el periodista supo que el fondo de la cuestión no era si Wikileaks era correcto o no. Se trataba de plantearse si su país, en este momento histórico, era «el lugar tolerante, abierto e independiente en el que había sido educado».  Si para luchar por este país tenía que luchar por sus principios de justicia, no había más que hablar: su posición en las filas era segura.


Algo más que un periodista
¿Un «hacker»? ¿Un criminal? ¿El Bin Laden de internet? En los últimos meses, se han escuchado muchas palabras para referirse a Julian Assange. El término periodista también ha sido bastante frecuente. Para Vaughan Smith, es mucho más. «Es un hombre que hace campaña, es un publicista… es alguien que ha creado algo nuevo», asegura. «A través de Wikileaks ha encontrado una manera distinta de publicar noticias. Ha entregado más datos que mil periodistas juntos en los últimos años y eso es un nuevo panorama que hay que analizar. El reto es saber encajarlo en la sociedad y saber beneficiarnos». El Fundador de Frontline Club está convencido de su huésped ha marcado el inicio de una nueva era: «Lo que está sucediendo es un punto de inflexión y los que no tomen ahora una determinación puede que en el futuro se arrepientan».

EL SOLDADO..

WikiLeaks entrega 15.000 dlrs para defensa de acusado filtración
WASHINGTON, ene 13 (Reuters) - WikiLeaks ha contribuido con 15.100 dólares para la defensa de un soldado estadounidense acusado de filtrar cientos de miles de cables diplomáticos delicados y otros documentos secretos, dijo el jueves un grupo de apoyo.
La contribución del sitio en internet ayudaría a pagar a los abogados que representan al especialista del Ejército de Estados Unidos Bradley Manning, un ex analista de inteligencia.
Manning es sospechoso de conseguir el video secreto del ataque de un helicóptero en el 2007 en el que murió una decena de personas en Bagdad, incluidos dos empleados de Reuters, y de descargar más de 250.000 documentos del Departamento de Estado.
"Esta donación de WikiLeaks es vital para nuestros esfuerzos para garantizar que Bradley reciba un juicio justo y abierto", dijo Mike Gogulski, un fundador de la Red de Defensa de Bradley Manning, en un comunicado.
La contribución de WikiLeaks eleva las donaciones totales para la defensa de Manning a más de 100.000 dólares, dijo el grupo.
Manning está detenido en la Base de los Marines en Quantico, Virginia, mientras las autoridades estadounidenses investigan la publicación de los cables filtrados el año pasado, muchos de los cuales avergonzaron a Washington, y documentos militares relacionados con las guerras en Irak y Afganistán.
Julian

Partidarios se han atribuido la responsabilidad de ataques informáticos contra los sitios en internet de grandes compañías de tarjetas de crédito por sus acciones para bloquear las donaciones a WikiLeaks.
No está claro cuándo Manning, quien fue arrestado en la primera mitad del 2010, enfrentará un juicio. Manning sirvió en operaciones de inteligencia de la Segunda Brigada de la Décima División de Montaña en Irak. http://www.couragetoresist.org/
Assange, el australiano detrás del sitio en internet que ha sido duramente criticado por el gobierno de Barack Obama, negó conocer a Manning. Pero ha acusado a Estados Unidos de utilizar al soldado detenido para armar un caso en su contra.Assange está en el Reino Unido bajo fianza, esperando una posible extradición a Suecia, donde la fiscalía pide interrogarlo sobre supuestos delitos sexuales.

domingo, 16 de enero de 2011

OTRO..



On Guarding the Public’s Right to Ignorance and Meeting With Julian Assange
We must hang together, gentlemen…else, we shall most assuredly hang separately.
—Benjamin Franklin

When a journalist disappears in Russia or is murdered in Iraqi Kurdistan, his or her colleagues in safer climes stand up to be counted. No one should be killed, tortured, or imprisoned for publishing information or opinions that the powerful find inconvenient. Organizations such as the Committee to Protect Journalists, Article 19, and PEN regard it as their duty to defend writers’ and publishers’ rights, as PEN famously did for Arthur Koestler against Nazi tyranny in the 1930s. Index on Censorship, a publication with an honorable pedigree, came into existence to publish the samizdat articles and stories of writers who risked the gulag for expressing themselves.
In journalism schools, they teach aspiring reporters it is their duty to ferret out information the state and other power centers conceal that affects ordinary people’s lives. Bringing information to the governed about their governors is the breath of democracy, the exposure that animates liberty’s spirit, and a necessary check against the world’s imbalances in wealth and power. When Upton Sinclair revealed the way meat was packaged in America in The Jungle, when Lincoln Steffens told the truth about municipal government corruption, when Ida Tarbell exposed the Standard Oil Company to public scrutiny, when I. F. Stone published the truth behind the Gulf of Tonkin lies that Lyndon Johnson used as an excuse to escalate the war against Vietnam (the Weapons of Mass Destruction of its time), when Seymour Hersh reported the American massacre at My Lai, when Ray Coffey of the Chicago Daily News broke the story of America’s illegal bombing of Laos, did their colleagues rise as one to defend them?
The hell they did. A few stood with the investigators, but most condemned them. Hearst columnists and other guardians of the public’s right to ignorance railed against the muckrakers for betraying American values. Who could be against Rockefeller and Standard Oil apart from a traitor? The good burghers of the popular press turned on them like a pack of hounds for questioning the wisdom of duly (albeit corruptly) elected rulers and daring to publish documents that God had deigned as comprehensible only to a bureaucratic inner circle.
“I understand why the Pentagon, the State Department, and the White House hate Assange and WikiLeaks. He broke into their cozy little circle of lies and turned on the lights.”
Journalistic guard dogs of power, the most likely hacks to climb the ladder for the Purina Dog Chow of corporate-media op-ed columns, talk shows, and editorships, have turned against WikiLeaks. Julian Assange has committed the crime for which we, from the safety of time’s passage, honor Steffens, Tarbell, Stone, and Hersh. It is no surprise that a pseudo-journalist such as Bill Kristol at The Weekly Standard calls for Washington to employ “various assets to harass, snatch or neutralize Julian Assange and his collaborators.” But it is more difficult to excuse the distance that real journalists, many of whom published the documents and videos that WikiLeaks made available to them, are putting between themselves and Assange. The Society of Professional Journalists, the National Association of Broadcasters, and The New York Times’ opinion pages have run for cover as fast as politicians during a police raid on a whorehouse.
The New York Times, along with The Washington Post, had the honorable distinction of publishing the Pentagon Papers. They received those documents from Daniel Ellsberg, who was pilloried in his time just as Assange is today. The Nixon Administration, in a precursor to the Watergate break-in, raided his psychiatrist’s office and circulated stories that Ellsberg was insane. The argument was not unknown in the Soviet Union: If you are against us, you must be crazy. Now they are turning on Assange over his sex life, his alleged imperiousness, and his supposed recklessness.
I understand why the Pentagon, the State Department, and the White House hate Assange and WikiLeaks. He broke into their cozy little circle of lies and turned on the lights. We’ve seen the amusement of helicopter pilots and gunners as they blew away journalists in Iraq. We’ve read how Hillary Clinton illegally suborned UN diplomats to spy on their colleagues. We’ve had a look into secret discussions where the US tried to persuade the Japanese to shut down the anti-whaling Sea Shepherd Conservation Society. We have read that Israeli border guards have been trying to shake down American companies such as Coca-Cola, Procter & Gamble, and Westinghouse for bribes to let them send their products into the Gaza Strip.
We have seen all of this, while Assange’s critics tell us (1) nothing he has revealed is of any significance and (2) what he has revealed is so significant he must be prosecuted or terminated with prejudice. Let the government fight its corner, fair enough. But does the press, which collaborated with WikiLeaks in bringing so much information to public scrutiny, need to condemn him? In the battle between the state and the free press, I stand with the free press.
This is an easy decision, and I made it well before I met Assange last weekend. He seemed to me to be neither arrogant nor deceptive. He is, however, single-minded and determined to fight for his corner. He has accepted his predicament with good grace, having endured nine days in Wandsworth Prison in solitary confinement. The terms of his bail, while he awaits a possible extradition to Sweden for alleged crimes that carry no sentence other than a small fine, require him to remain inside the Norfolk farmhouse of his friend Vaughan Smith, a brave former Grenadier Guards officer and combat cameraman. Julian may leave the house only for daily visits to the local police station. When we wanted to smoke outside, in deference to Pranvera Smith’s understandable concern about the air around her beautiful little daughters being fouled by tobacco, Julian had to stand inside the doorway. I was free to pace the garden with my cigar, the absurdity of which was obvious to us both.
He spends most of his time working on WikiLeaks and preparing his legal defense, showing no sign of the tension that would break most of us. But making this a battle about his personality misses the point: The issue is freedom to publish information without fear of intimidation, imprisonment, and death. Where are my colleagues? Many have stood up honorably to defend him and to guarantee his bail in Britain. Others have turned on him, including the two English-language newspapers (The Guardian in London and The New York Times) that published documents they could have obtained only from him. It was ever thus, as Julien Benda reminded us in La Trahison des Clercs:
Our age has seen priests of the mind teaching that gregarious[ness] is the praiseworthy form of thought, and that independent thought is contemptible. It is moreover certain that the group which desires to be strong has no use for a man who claims to think for himself.
During America’s war in Vietnam, Noam Chomsky referred to the journalistic and academic defenders of the aggression as the “secular priesthood.” Their heirs worship at the same altar of power, even when it means sending one of their own to prison for a “crime” they only pretend to commit: speaking truth to and about power.

viernes, 14 de enero de 2011

DEL AMIGO JEREMY CORBYN, MP, LONDON STOP THE WAR COALITION..

) SUPPORT WIKILEAKS: STOP ASSANGE EXTRADITION
2) YES! THE ADRIAN MITCHELL SHOW
3) JOHN PILGER'S FILM: THE WAR YOU DON'T SEE
4) WINNERS OF JOHN PILGER FILM COMPETITION
***********************************
1) SUPPORT WIKILEAKS: STOP ASSANGE EXTRADITION
No wonder Wikileaks is under concerted attack -- undoubtedly
orchestrated by the US government. The aim is to silence the
whistle blowing website, which every day reveals the secrecy and
lies used to justify war, torture and corruption.
There is nothing warmongering politicians fear more than the
exposure of the real reasons for the mass slaughter and
destruction that they carry out in our name.
Over the past two years Wikileaks has proved itself repeatedly to
be a true servant of democracy and an enemy of liars and
hypocrites.
The disgraceful refusal to grant Julian Assange bail, while he
fights extradition to Sweden, is all of a piece with the attack
on Wikipedia.
The suspicion must be that the Swedish government -- deeply
incriminated in its support for George Bush's "war on terror" --
has hatched a plan with the US government to whisk Assange to
America, where politicians and right-wing commentators are
calling for him to be jailed for decades or executed.
Julian Assange next appears in court on Tuesday 14 December and
Stop the War has called a protest at 1.00 pm outside the
Westminster Magistrates Court. Details and a link for a flyer
publicising the protest are below.  Please spread the word as
widely as possible and encourage everyone you can to join the
protest.
We have also initiated an open letter (LINK BELOW)  of support
for Wikileaks and Julian Assange, signed by among others, John
Pilger, former UK ambassador Craig Murray, actors Miriam
Margolyes and Roger Lloyd-Pack, Salma Yaqoob, writers Iain Banks
and A L Kennedy, artists David Gentlemen and Katharine Hamnett,
and comedians Alexei Sayle and Mark Thomas.
We are encouraging all local Stop the War groups around the
country to organise street stalls this weekend to collect
signatures for the SUPPORT WIKIPEDIA petition.
STOP THE EXTRADITION OF JULIAN ASSANGE
PROTEST IN SUPPORT OF WIKIPEDIA
TUESDAY 14 DECEMBER, 1.00PM
WESTMINSTER MAGISTRATES COURT
70 HORSEFERRY ROAD, LONDON SW1 P2
DOWNLOAD FLYER TO PUBLICISE PROTEST HERE:
http://tinyurl.com/32pqdeo
OPEN LETTER / PETITION SUPPORTING WIKIPEDIA
Signed by John Pilger, Craig Murray, Mark Thomas, Salma Yaqoob
and many more.
READ LETTER & FULL LIST OF SIGNATORIES HERE: http://bit.ly/hkUVKS
PETITION:
The open letter has been produced in the form of a petition to
enable the collection of signatures to be added to the list.
Please print it and collect as many signatures as you can, then
return it to the Stop the War office.
DOWNLOAD HERE: http://tinyurl.com/39azq63

martes, 11 de enero de 2011

SENADOR EX PRD, RENE ARCE:

Buscan que el Senado mexicano se pronuncie en defensa del portal Wikileaks

La Primera Comisiónde trabajo de la Permanente analiza la propuesta del senador René Arce para que el Congreso de la Unión se pronuncie a favor de la libertad de expresión periodística, el derecho a la información y la transparencia, y condene las acciones que pretenden “asfixiar” financiera y operativamente al sitio web Wikileaks.
Mediante un punto de acuerdo, el legislador por el Distrito Federal indicó que el portal electrónico Wikileaks tiene como propósito transparentar lo que gobiernos, bancos, organizaciones religiosas, corporativos y multinacionales se esfuerzan en mantener oculto con respecto a acciones y operaciones no necesariamente éticas o lícitas.
Explicó que este sitio web funciona con base a filtraciones que surgen desde las entrañas de las propias instituciones y organismos oficiales, y a través de Internet circulan miles de documentos que son de mucho interés público.
Consideró que con el trabajo realizado por los creadores de Wikileaks “se ejerce la libertad de expresión periodística, se presta un gran servicio a la transparencia y también da sentido pleno a la palabra democracia y el derecho a la información”.
René Arce señaló que las democracias del siglo XXI deben caracterizarse por la transparencia y el acceso a la información.
“Es por ello que resulta preocupante que se tienda un cerco en acciones orquestadas oficialmente para suprimir el portal Wikileaks, utilizando para ello no la ley, sino la razón de Estado y la referencia insostenible a una presunta vulneración de la seguridad nacional”, lamentó.