Redacción EjeCentral.com.mx
Por primera vez en época de paz en la relación con Estados Unidos, un presidente mexicano nulificó al embajador de Estados Unidos en México.
En plática con editores del Washington Post previo a su encuentro con el presidente Obama, Calderón afirmó que los documentos filtrados por WikiLeaks en el que se leen críticas de Carlos Pascual sobre la estrategia del combate contra las drogas, causaron un "daño severo" a la relación bilateral al grado que, afirmó, su gobierno ya no puede trabajar con el embajador.
Con esta afirmación Calderón escaló el conflicto con el diplomático, al que mantiene congelado su gobierno desde hace aproximadamente tres meses.
Calderón fue inusualmente duro al comentar los contenidos de los cables de la Embajada de Estados Unidos en México sobre la estrategia de la lucha contra las drogas, y en especial los firmados por Pascual, uno de los cuales criticó no sólo la estrategia sino sugirió que los soldados "tenían hábitos adversos a los riesgos".
Ese cable fue interpretado en Los Pinos y la Secretaría de la Defensa como una calificación de "cobardía" contra los soldados. "Es difícil si de repente se ve que el coraje del Ejército... que han perdido probablemente 300 soldados.. y de repente alguien en la Embajada de Estados Unidos (dice) que los soldados mexicanos no son lo suficientemente bravos", dijo Calderón, "o cuando (afirman) que no tienen suficiente coordinación".
Cuando los editores y reporteros del diario le preguntaron si había perdido la confianza en Pascual, Calderón respondió: "Esto es algo de lo que probablemente hable con el presidente Obama". "Es difícil construir y fácil destruir".
El Washington Post señaló que Calderón dijo que los cables revelados por WikiLeaks causaron un "daño severo" a la relación con Estados Unidos, y sugirió que no podría seguir trabajando con Pascual.
Funcionarios de la Administración de Obama defendieron a Pascual, y han dicho que "ha hecho un tremendo trabajo en México".
En caso de que fuera removido de su cargo, sería la víctima más prominente del escándalo de WikiLeaks, aunque sólo un embajador previo, Gene Cretz, se tomó un tiempo fuera de Libia como consecuencia de los cables, antes de la revuelta en ese país.