viernes, 25 de abril de 2014

de revista FORUM


 
 
Forum en Línea 288
                                                                                                                                                                                                                                                                                  Del 16 al 30 de abril de 2014



Flujos de información y poder

* Respuestas de Julian Assange, editor jefe de Wikileaks

Agencia Latinoamericana de Información / América Latina en Movimiento
info@alainet.org

Asilado en la Embajada de Ecuador en Londres desde junio 2012, el australiano fundador de Wikileaks, Julian Assange, figura como objetivo de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) de Estados Unidos, en lo que llama un cronograma de cacería humana, según confirmaron recientes revelaciones de Edward Snowden.  La inculpación: haber difundido secretos del Departamento de Estado a los que tuvo acceso Wikileaks, reivindicando un internet y un periodismo libres. En las líneas que siguen, Assange expresa sus puntos de vista a un cuestionario formulado por Alai respecto a temas como globalización y gobernanza de internet; vigilancia y seguridad ciudadana; transparencia gubernamental y rendición de cuentas, y la vigilancia ciudadana sobre las autoridades.
Internet comenzó su fase de expansión rápida en un contexto global marcado por la “guerra contra el terror”, por el aumento de las restricciones y violaciones de los derechos humanos, especialmente la privacidad, y la intensificación de la vigilancia estatal.  A tu juicio, ¿cuáles son las principales consecuencias de este contexto sobre la evolución de internet?
Internet no sólo representa una tendencia, sino varias.
Con internet, la vigilancia masiva ha penetrado en el núcleo de la sociedad humana internacional y a la alianza de inteligencia liderada por EU, “Cinco ojos” (1), le ha dado poderes de vigilancia sobre casi todos los seres humanos y organizaciones a nivel mundial. Pero el régimen mundial de comunicaciones creado por internet también significa que la organización y el comercio son más baratos, más rápidos y no están sujetos a límites geográficos clásicos. En el pasado, el reto para los movimientos por la justicia social era lograr consensos y organizarse de manera eficiente para poder competir con las entidades que acumulan coherencia organizativa en razón de su tamaño y capacidad de coerción, como las grandes corporaciones y los gobiernos.
En un mundo donde “el código es ley”, el ámbito legislativo no se limita a los gobiernos ni a sus puntales empresariales.  Esto está conduciendo, en forma incipiente, a un mercado libre de semiestados: redes fluidas de asociación que tienen potestades de tipo estatal, por ejemplo sobre la moneda, la recopilación de inteligencia, las comunicaciones y las influencias.
La información siempre ha sido a la vez víctima y arma de guerra, pero esto ha aumentado de manera exponencial en la era de la sociedad de la información: manipulación de hechos, campañas mediáticas alineadas, periodistas arrimados a las tropas, ataques dirigidos a medios de comunicación y periodistas, etcétera. Sin embargo, internet ofrece también oportunidades sin precedentes para contrarrestar esta manipulación de la información (como el propio Wikileaks lo demostró al quebrar la censura y revelar imágenes de la cruda realidad de las guerras en Afganistán e Irak). ¿Cómo se podría mantener esta perspectiva y desarrollarla más?
Se podría desarrollar esta perspectiva mirando el flujo de información en un contexto de relaciones de poder.
El flujo de información no es un fenómeno neutro.  Se relaciona con el movimiento del poder a través de una sociedad.  Para la autodeterminación ya sea como grupo o como individuo se necesita tener información veraz. El proceso de ser libre y de liberarse es el proceso colectivo e individual de asimilar nueva información sobre el mundo y de  actuar sobre ella. Este mismo proceso es uno de los fundamentos de la civilización.  En las comunidades, significa que tenemos que tener la posibilidad de comunicar entre nosotros mismos, de transmitir nuestros conocimientos y recibir los de los demás. La información es fundamental para nuestra posición de poder frente al mundo que nos rodea. Un público bien informado es un público empoderado y es un público libre.
Los grupos de poder centralizado tratan de actuar en contra de esto. Un público más libre significa una autoridad central menos potente, y las autoridades centrales siempre buscan mantener o hacer crecer su poder. El poder tratará de controlar o influir en los flujos de información con el fin de consolidar su propia posición de poder. Intentará ocultar la información a las mayorías, restringiendo su acceso a una pequeña elite que así tendrá capacidad de organizarse con rapidez y dejar fuera de juego a los demás; y tratará de dar a las mayorías información falsa, de manera que cuando éstas intenten actuar por su propio interés, tambaleen.
Los medios de comunicación no son sino flujos de información estructurados. Un medio es una estructura sobre la que fluye la información, normalmente respaldada por una tecnología que determina sus propiedades. Dependiendo de las propiedades de un medio, éste puede ser más o menos democrático en su accionar.
En el pasado, hemos tenido formas de medios de comunicación que favorecen el poder centralizado, como medios de-uno-a-muchos, tal es el caso de la radio y la televisión, lo que se llama los mass media en la teoría de la comunicación. Debido a que son centralizados, son fáciles de controlar y, por lo mismo, fácilmente doblegados por otros grupos de poder.  Por esta razón decimos que estos medios de comunicación son inherentemente propensos a traicionar su propósito declarado.
Pero hay otras formas de medios de comunicación susceptibles de ser más honestos. Internet permite un montón de diferentes formas de comunicación de-muchos-a-muchos. Es más difícil de controlar por parte de los grupos de poder, aunque hay serios esfuerzos en marcha.
Hay campañas de astroturfing (2) en internet, y todo tipo de información errónea, desinformación y propaganda sucia. Pero estas cosas han existido siempre. En comparación con el empoderamiento de las comunidades que internet permite, las ventajas que presenta para la manipulación de la información son menores.  La propaganda está en desventaja en internet.
Hay muchos aspectos de internet que no están suficientemente descentralizados, como su infraestructura física, por ejemplo. Eso hace que sea más vulnerable a la vigilancia masiva, si bien no ofrece mayor ventaja al Estado en el plano de las relaciones públicas, la propaganda o la desinformación. La muestra de ello es el hecho que, si bien la NSA tiene predominio en el nivel de la infraestructura puede escuchar casi todas las comunicaciones electrónicas que atraviesan internet sin embargo, está perdiendo la batalla de relaciones públicas en todo el mundo.
Este contexto también incluye una nueva fase del militarismo estadunidense en el escenario mundial, donde la guerra cibernética se ha convertido en un elemento estratégico de la guerra. ¿Cuáles son las principales amenazas de esta situación para que internet siga siendo una infraestructura abierta y globalmente interconectada? ¿Qué se podría hacer para defender a internet como una zona de paz?
En lugar de pensar en cuan nefasto es para la humanidad militarizar el software, EU está escalando una carrera mundial de armas electrónicas. La red es compleja e interactúa con nuestras sociedades de manera compleja. La militarización de un espacio tan complejo es temeraria.  Los firewalls para las organizaciones ya existen, pero lo que vendrá luego serán los firewalls para los estados, a medida que éstos traten de introducir mecanismos similares a la preservación de la integridad territorial.
La defensa de internet supondrá por supuesto la creación de un marco jurídico que sea vinculante para los estados, y que establezca internet como un campo inviolable. Pero todos sabemos que los estados no suelen cumplir con la ley.  Así que también será necesario rediseñar internet e implementar reformas técnicas (“el código es la ley”).  En la base de este esfuerzo estará la criptografía.  Necesitamos datos cifrados desde la capa de transporte para arriba.  En fin de cuentas, será la matemática la que pone límites a las superpotencias, como también fue la matemática que permitió la creación de éstas a través de los monopolios de armas termonucleares.
¿Cuáles consideras que son los aspectos más importantes de las revelaciones de Edward Snowden y de sus repercusiones? ¿Qué implicaciones tienen para el futuro de internet? ¿Qué pasos podrían dar los países en desarrollo para proteger del espionaje a sus comunicaciones?
Los documentos que Edward Snowden divulgó contienen muchos detalles técnicos que son de gran valor para los desarrolladores de software, activistas de la privacidad e individuos cuya vida y seguridad dependen de la integridad y la seguridad de su software y hardware. Allí radica el valor indudable para las comunidades de expertos que construirán la próxima generación de la tecnología para garantizar privacidad. En Wikileaks hemos estado sistematizando nuestra propia experiencia con la información de los documentos develados para mejorar nuestras prácticas, y nuestros técnicos y desarrolladores de software han estado dedicados a mejorar una serie de tecnologías de punta, mejoras que en su debido tiempo beneficiarán al usuario común.
Pero la cosa más importante que el señor Snowden ha hecho es despertar a la civilización mundial a la comprensión de que la vigilancia masiva es real. Hace un año, los periodistas no hubiesen publicado que la NSA estaba vigilando la internet. Varios periódicos se negaron para su descrédito a dedicar espacio al asunto.  El señor Snowden estaba lejos de ser el primer denunciante de la NSA para alertarnos sobre esto, pero él fue quien finalmente colmó el vaso con pruebas documentales actuales y autenticadas por las dimensiones de la cacería que lanzó el gobierno de EU.
El Hemisferio Sur tiene que proteger a sus poblaciones de la vigilancia. En América Latina, casi todas las conexiones a internet pasan a través de cables de fibra óptica que atraviesan EU.
Esta es una cuestión de soberanía y de competitividad económica. Los países necesitan formar alianzas industriales para crear la infraestructura física alternativa para internet, para que sus comunicaciones no tengan que atravesar las fronteras de un vigilante depredador del calibre de Estados Unidos, el Reino Unido o sus aliados.
También deben considerar el fortalecimiento de su propia infraestructura, mediante la regulación del sector de los proveedores de internet, de manera que sea obligatorio aplicar un fuerte cifrado de datos en los enlaces de comunicación.
Los países que valoran su soberanía deberían anular sus contratos con empresas estadunidenses, y rechazar las donaciones de infraestructura y tecnología subvencionada por superpotencias como China y Estados Unidos.
No deben utilizar hardware de encriptación controlada por EU, debido a que ese hardware tiene una larga historia de “puertas traseras”. Deben hacer obligatorio el uso de hardware y software libre, cuyo código fuente esté abierto para que cualquiera lo pueda examinar, y deben apoyar financieramente a los desarrolladores y comunidades de desarrollo con el fin de fomentar los bienes comunes de software, a escala mundial, en tecnología segura y fiable, que todos los países pueden utilizar.
Ellos deberían liderar el camino, al adoptar leyes progresistas de libertad de expresión y protección de datos, y abandonar cualquier  política de vigilancia del estilo de la NSA que hayan implementado. Los países en donde no se invade la privacidad de los clientes serán lugares atractivos para las empresas de internet preocupadas por la privacidad y que buscan alejarse de EU.  El Sur global puede atraer a empresas y promover el crecimiento de sus sectores de internet en la medida en que se diferencien de las prácticas perjudiciales de EU y sus aliados en las esferas de la inteligencia.
En el ámbito internacional deben desarrollar un consenso para prohibir el uso de armas de vigilancia masiva contra la población. Tiene que adoptarse un marco internacional que permita llevar ante la justicia a estados que practiquen la vigilancia masiva.  Ningún país puede aspirar a competir con EU en materia de vigilancia masiva; debido a su posición geográfica de “araña en el centro” de los flujos de telecomunicación, más bien hay que matarla de hambre.  Ellos deben tratar de aprovechar sus posiciones en los comités internacionales para influir en la adopción de estándares web en la dirección correcta. A EU no se le debe permitir que menoscabe los estándares de cifrado y  de comunicaciones para aumentar su acceso. Todas las normas, impulsadas por EU o sus aliados, deben ser consideradas como sospechosas. Otros países deberían presionar diplomáticamente a EU y a las demás potencias en espionaje, y tratar de emprender acciones legales contra esos países por la violación de los derechos de privacidad de sus  propios ciudadanos.
Mientras que las tecnologías digitales amplifican enormemente las posibilidades de que los estados y las corporaciones practiquen la vigilancia y la recopilación de datos, también pueden, como Wikileaks ha puesto de manifiesto, aumentar la posibilidad de vigilancia de la ciudadanía sobre las autoridades públicas.  ¿Cuáles serían tus recomendaciones en cuanto a la legislación y las políticas públicas en  este la materia?
Fundé un amplio programa de reforma legislativa en Islandia en 2009 y 2010, orientado precisamente para este propósito. Se le llamó el IMMI (siglas en inglés) la Iniciativa Islandesa de Medios Modernos, y gran parte de  ella surgió de las ideas que habíamos tenido en el curso de nuestro trabajo sobre la creación de un refugio para los servicios de internet. Fue diseñado para proporcionar la mejor protección posible para los editores, periodistas honestos y empresas de internet y para dar un impulso a un sector de internet islandés, al atraer inversiones e innovación. Incluye leyes innovadoras de protección de la fuente, la protección de archivos, y leyes que impiden intentos de demandar injustamente desde otra jurisdicción. La propuesta completa se encuentra disponible en línea (https://immi.is/). Todo lo que necesita es que algún país pequeño implemente algo parecido a la IMMI, y la presión debido a la competencia atraerá a las empresas de internet a invertir en la jurisdicción.
En la actualidad, ningún país es visto como el “faro de la colina” en materia legislativa respecto a la instalación de los servicios de internet, pero en adelante los países que adopten reformas legales del estilo del IMMI serán vistos no sólo como líderes mundiales, sino como el mejor lugar para instalar una empresa de internet de alta tecnología.
Internet ha demostrado que tiene un gran potencial para ampliar el acceso a la información y al conocimiento, y para facilitar la participación democrática, la transparencia, el intercambio de información y la expresión pública. Pero esto está ahora bajo amenaza, entre otras cosas, debido al creciente control corporativo, junto con los intentos de legislar restrictivamente sobre la “piratería” y la propiedad intelectual (como los proyectos de ley SOPA y PIPA en EU, o la negociación de acuerdos internacionales tales como ACTA o el  TPP[3]).  ¿Cuáles serían los aspectos más fundamentales a considerar, para evitar este tipo de amenazas y garantizar que internet siga desarrollándose como un espacio público abierto?
El aspecto más fundamental a tener presente está en el plano conceptual.  El concepto de “propiedad intelectual” está enfrentando tiempos difíciles en los últimos años, debido a que es antagónico a la idea misma de internet.  Ciertos sectores establecieron grandes centros de poder antes de internet, todos ellos basados en el concepto de “propiedad intelectual”.  Ahora ese concepto se está volviendo cada vez más difícil de sostener, de la misma manera en que una vela pierde lentamente su cohesión. Estos lobbies temerosos han impulsado una explosión de legislaciones para hacerse con el control de los conductos de internet, cerrando determinados flujos de información, tratando de evitar que los monopolios de la información se disuelvan.  Estas propuestas vienen del mundo empresarial, pero son acogidas por ciertos gobiernos que buscan pretextos para extender su control sobre internet.
Pero el problema inmediato es el TPP y la propuesta de globalizar las leyes restrictivas estadunidenses de “propiedad intelectual” a través de los acuerdos comerciales mutuos.  Los países del TPP representan más del 40% del PIB mundial. Su intención geopolítica es un bloque “comercial” dominado por EU para arrinconar a China. Por ejemplo, Ecuador, como país del Pacífico, aún no es parte del TPP, pero, si se aprueba ese tratado, tendrá el efecto de hacer que la interpretación radical de EU sobre leyes de propiedad intelectual, se convierta en norma permanente en ese Hemisferio. Ecuador como país que aún está en vías de adoptar plenamente internet tendrá mucho que perder si queda rodeado por un marco legal que ofrece ventajas comerciales a los intereses estadunidenses. Si el TPP pasa, los mismos intereses intentarán utilizar ese impulso para imponer esas normas en Europa también, a través de la asociación EU-UE: el TTIP.  Los aspectos tradicionales de la propiedad intelectual –las trabas a la cultura, a la medicina y otros elementos que son esenciales para la realización humana no son las únicas ramificaciones posibles de este escenario.
Podemos esperar que a la ley de PI cada vez más se la utilice abusivamente fuera de ese ámbito para poner en entredicho la soberanía de internet en América Latina, como también en la costa asiática del Pacífico. En octubre pasado divulgamos un borrador reciente del capítulo de Propiedad Intelectual del TPP, y esto ha tenido una influencia que ha galvanizado a la oposición al TPP. Ya se ha ralentizado su paso por la legislatura en EU. Además del activismo frente a la vigilancia de la red y la producción de alternativas de tipo “el código es la ley”, asegurar la derrota de ese tratado es la meta más importante en torno a la que podemos encauzar la energía y el esfuerzo de forma más eficaz en este momento.
Notas:
[1] NdE La llamada Alianza “Cinco Ojos” es un programa conjunto de vigilancia de Estados Unidos, Reino Unido, Australia, Nueva Zelandia y Canadá. Las últimas revelaciones de los documentos de Snowden dan cuenta de propuestas explícitas en el seno de este grupo para explotar Twitter, Facebook, YouTube y otras redes sociales como plataformas secretas para la propaganda, con el propósito de “usar las técnicas en línea para hacer que algo suceda en el mundo real o virtual” incluyendo “operaciones de información (influencia o perturbación)”. (Fuente: The Intercept).
[2] Astroturfing: (originalmente referido a una marca de césped artificial) es un neologismo inglés que refiere a una técnica de relación pública y cabildeo, donde una organización o corporación poderosa crea un supuesto movimiento de base para dar la falsa impresión del apoyo popular a sus tesis.
[3] SOPA Proyecto de ley de cese a la piratería en línea; PIPA Proyecto de ley contra el robo de la propiedad intelectual; ACTA  Acuerdo Comercial Antifalsificación; TPP Acuerdo Estratégico de Asociación Transpacífico.
Te invitamos a sostener el trabajo de Alai. Contribuciones: http://alainet.org/donaciones.php



Hacia una internet justa y equitativa: CJN

Coalición Just Net / Agencia Latinoamericana de Información
info@alainet.org

La Coalición por una Internet Justa y Equitativa (Coalición Just  Net) se  constituyó en una reunión de sociedad civil realizada en Nueva Delhi, India, en febrero de 2014. La integran varias decenas de organizaciones e individuos de las diferentes regiones del mundo, preocupadas por la gobernanza de internet, los derechos humanos y la justicia social, así como la relación entre ellos. Una de sus primeras acciones fue presentar un documento con propuestas ante la próxima reunión NetMundial (São Paulo, 23-24 de abril), convocada por la presidenta Dilma Rousseff con un carácter multisectorial, para elaborar principios universales (no vinculantes) de gobernanza de internet. A continuación presentamos este documento, que constituirá la base de la plataforma de principios fundantes de la coalición, en proceso de elaboración:
Internet se ha convertido en una infraestructura social de vital  importancia que tiene un profundo impacto en nuestras sociedades. Somos todos ciudadanos y ciudadanas de un mundo  mediado por internet, ya seamos la minoría que lo utiliza o la mayoría que no lo hace. Internet debe contribuir al avance de los derechos humanos y la justicia social. La gobernanza de  internet debe ser verdaderamente democrática.
Con internet, se están reorganizando las instituciones públicas, en particular las relacionadas con la gobernanza, el bienestar, la salud y la educación, así como sectores clave como los medios de comunicación, las comunicaciones, el transporte y las finanzas. Se ha transformado la forma en que hacemos muchas cosas, mas los beneficios prometidos para todo el mundo no se han realizado de manera adecuada. Por lo contrario: somos testigos de la vigilancia masiva, del abuso de los datos personales y su uso como medio de control social y político, de la monopolización, mercantilización y monetización de la información y el conocimiento; de flujos inequitativos de las finanzas entre países pobres y ricos, y de la erosión de la diversidad cultural. Muchas decisiones técnicas, supuestamente “neutrales”, en la práctica  han fomentado la injusticia social, puesto que las arquitecturas tecnológicas, desarrolladas a menudo para promover intereses creados, determinan cada vez más las relaciones y los procesos sociales, económicos, culturales y políticos.
Las oportunidades para que las mayorías puedan participar en los beneficios reales de internet y materializar plenamente su enorme potencial, se frustran debido al creciente control de internet por quienes tienen poder: las grandes corporaciones y algunos gobiernos nacionales. Ellos usan sus posiciones centrales de influencia para consolidar el poder y establecer un 
nuevo régimen global de control y explotación; y bajo el pretexto de favorecer la liberalización, en realidad refuerzan el dominio y la rentabilidad de las grandes empresas en detrimento del interés público, e imponen la posición predominante de ciertos intereses nacionales en detrimento de los intereses y bienestar globales.
El orden existente de gobernanza global de internet es inadecuado. Carece de democracia; se caracteriza por la ausencia de legitimidad, de  rendición de cuentas y transparencia; por una excesiva influencia de las corporaciones que se traduce en subordinar las instancias regulatorias; y da muy pocas oportunidades para la participación efectiva de las personas, especialmente de los países en desarrollo. Esta situación sólo puede mediarse a través de cambios fundamentales en los mecanismos actuales de gobernanza.
La gobernanza de internet debe partir del entendimiento de que la interconectividad sólo podrá estar al servicio de los derechos humanos y la justicia social, en la medida en que favorezca y apoye el poder distribuido, sobre todo hacia las bases, pero también atravesando las distintas brechas digitales sociales, económicas, políticas. Por lo tanto, para garantizar que internet no conduzca, en la práctica, a una mayor centralización del poder, se requiere de intervenciones apropiadas en todos los niveles de gobernanza de internet. La construcción de un marco eficaz para lograr estos objetivos es el mayor reto hoy en día en términos de la  gobernanza global de internet.
En este espíritu, planteamos los siguientes principios. Estos deben ser la base del desarrollo de una internet que contribuya al avance en todo el mundo de los derechos humanos y la justicia social, y de la reconfiguración de la gobernanza de internet hacia un espacio auténticamente democrático.
El internet como Bien Común Global para los Derechos Humanos y la Justicia Social:
1. Internet es un medio social clave y, en aspectos cruciales, un bien común global: es un sitio para el intercambio de conocimiento e información globales, un espacio para la libre expresión y asociación, un medio para la deliberación y la participación democrática, un canal para la entrega de servicios sociales y públicos esenciales, y un andamio para nuevos modelos de actividad económica. Por lo tanto, todas las personas del mundo, incluyendo las que no están conectadas actualmente a internet, deben tener la posibilidad de dar forma colaborativamente a la evolución de internet a través de procesos apropiados de gobernanza que sean transparentes, democráticos y participativos.
2. Internet debe ser utilizada sólo para fines pacíficos y esto debe ser reconocido por los estados en un instrumento vinculante y ejecutable.
3. La economía de internet, al igual que otras áreas de la economía global, debe ser objeto de una recaudación y distribución justa y equitativa de los ingresos fiscales en todo el mundo, reconociendo que la concentración del comercio electrónico internacional basado en el Norte global es una amenaza para los ingresos fiscales del Sur global.
4. Internet debe mantenerse como un espacio público. Cuando surge una divergencia entre la utilidad de internet para fines de interés público y los intereses particulares de servicios en internet o de empresas de tecnología, el interés público debe primar, y el servicio debe estar sometido a la regulación como un servicio público.
5. La neutralidad de la red, y otra formas similares de “neutralidad de plataformas” en las capas superiores de internet, deben garantizarse con el fin de preservar la diversidad en línea y para evitar los monopolios, ya sea en el contenido o en la prestación de servicios públicos esenciales, en las arquitecturas tanto móviles, como de redes fijas.
6. Para un internet abierto y descentralizado se requiere la aplicación estricta de estándares abiertos y públicos. Los estándares abiertos permiten la implementación en forma totalmente interoperable por cualquier persona en cualquier tipo de software, incluyendo el Software Libre y de Código Abierto (SLCA). La tendencia a la privatización de los estándares digitales debe 
frenarse y se deben introducir medidas para garantizar que las normas sean de propiedad pública, y de libre acceso y aplicación.
7. La arquitectura de la computación en la nube debe mejorar la funcionalidad y la eficiencia digital, sin reducir el control y opciones del usuario. También debería permitir a los usuarios tener protecciones legales adecuadas, ya sea a través de las jurisdicciones nacionales o acuerdos internacionales efectivos.
8. Las funcionalidades y servicios básicos o esenciales de internet, como el correo electrónico, servicios de búsqueda en la web y las plataformas de redes sociales, deben estar a disposición de todas las personas como bienes públicos.
9. Las personas deben ser capaces de disfrutar todos sus derechos y prerrogativas como ciudadanos/as, incluso si eligen no acceder a internet. El acceso y uso de internet no debería convertirse en un requisito para el acceso a los servicios públicos.
10. Se debe alentar y fomentar la propiedad comunitaria y sin fines de lucro de la infraestructura, las aplicaciones, los servicios y los contenidos, incluyendo mediante el acceso al financiamiento público y otros medios.
11. El derecho de acceso y de contribuir al desarrollo de internet, incluyendo su contenido, en particular por parte de los sectores marginados y/o minoritarios, es esencial para el mantenimiento de la diversidad cultural y lingüística y debe ser garantizado mediante la discriminación positiva y la acción afirmativa.
12. Los datos personales y sociales deben pertenecer al individuo o al grupo social respectivo. Se deben establecer marcos de políticas públicas para hacer efectivo ese control y propiedad de  los datos digitales.
Un marco de derechos para la gobernanza verdaderamente democrática de internet.
13. Internet debe ser gobernada bajo el reconocimiento de que, en aspectos cruciales, constituye un bien común global. Por consiguiente, todas las capas de la arquitectura de internet deben estar diseñadas para prevenir la concentración de poder y el control centralizado.
14. Todas las personas tienen el derecho a la libertad de expresión en línea. Cualquier  restricción, por motivo de preocupaciones de seguridad o de otro tipo, debe ser para fines estrictamente definidos y de acuerdo con los principios aceptados mundialmente de necesidad, proporcionalidad y supervisión judicial.
15. Todas las personas deben tener el derecho de usar internet libres de vigilancia masiva.
Cualquier vigilancia, por motivo de preocupaciones de seguridad o de otro tipo, debe ser para fines estrictamente definidos y de acuerdo con los principios aceptados mundialmente de necesidad, proporcionalidad y supervisión judicial.
16. A nivel mundial, existe un grave déficit democrático en la gobernanza de internet. Es urgente establecer plataformas y mecanismos adecuados para la gobernanza global de internet, que sean democráticos y participativos. Éstos deben estar anclados al sistema de las Naciones Unidas, e incluir disposiciones explícitas para diseñar y habilitar métodos innovadores para la participación continua y profunda de los actores no gubernamentales en los procesos de 
formulación de políticas. Los actores no gubernamentales participantes deben, a su vez, estar  sujetos a requisitos adecuados de transparencia, en particular respecto a sus fuentes de financiamiento, su membresía y sus procesos de toma de decisiones.
17. El derecho a elaborar políticas públicas relacionadas con internet debe estar únicamente en  manos de quienes representan legítimamente y directamente a los pueblos. Si bien existe una necesidad urgente de profundizar la democracia a través de métodos innovadores de democracia participativa, éstos no deben incluir en nombre de modelo de “múltiples interesados” (multi-stakeholder) nuevos tipos de poder político formal de los intereses corporativos o particulares.
18. Los sistemas de gobernanza deben basarse en el reconocimiento de que internet tiene un impacto en la sociedad que la comunidad técnica de internet, con su singular enfoque en las cuestiones técnicas, no tiene la suficiente legitimidad para determinar.
19. Las leyes de un país o un grupo de países no pueden controlar ni constituir estructuras internacionales de gobernanza técnica ni de política pública. La gestión de los recursos fundamentales de internet debe ser internacionalizada. Por lo mismo, el control actual por EU de la DNS / zona raíz debe ser reemplazado por una nueva institución transparente, 
responsable y representativa internacionalmente, a cargo de la supervisión de las funciones fundamentales de administración de los recursos de internet.
20. Cada país debe tener el derecho a conectarse a internet. Ningún país puede tener la capacidad unilateral de desconectar a otro país o región de internet.
21. Los derechos de los individuos y los estados deben ser articulados y  protegidos en lo que concierne a internet, entre otros mediante la creación de mecanismos de aplicación adecuados. Tales mecanismos son necesarios, tanto a nivel nacional como internacional, y deben incluir mecanismos de resolución de conflictos. Marzo de 2014.
Te invitamos a sostener el trabajo de Alai. Contribuciones: http://alainet.org/donaciones.php